En las antiguas civilizaciones griegas y romanas, grandes poetas cantaron cánticos a alimentos que supuestamente eran capaces de resaltar las virtudes en el amor. Fue del nombre de la diosa del amor Afrodite que se creo la palabra afrodisiaco, que se refiere a sustancias capaces de elevar o resaltar la potencia sexual.
Ya en principios del la edad media se dan noticias de monjes Benedectinos que producían este queso con las técnicas hoy todavía en uso en la llanura padana ,situada en el norte de Italia, cultivando campo de hierbas de alfa alfa y trébol para alimentar sus bovinos.
Por producir una pieza de parmesano que debe pesar 40 kg son necesarios 600 litros de leche ningún tipo de conservante ,colorante o emulgente. Como mínimo 2 años de curación que confiere la transformación del producto y de proteínas de alta digeribilidad y excelentes características nutricionales.
Es interesante saber que 100 g de parmesano equivalen a 300 g de carne bovina y a 700 de pescado y se digiere en 45 minutos contra las 4 oras de la carne y es un aporte importante en vitaminas A, B2,B12,Y betacarotene, la cuales son importantes en una acción protectora, antioxcidante y antitoxica favoreciendo la producción de anticuerpos y de la circulación sanguínea.
En fin si tenemos presente que su único ingrediente es la leche, este queso en si no tiene nada de especialmente afrodisiaco, pero si se sabe acompañar con un buen pan y sobretodo con del buen vino los resultados serán garantizados.
¿Qué pan? ¿Qué vino? Un kilo de queso para llevar por favor.